Se compararon 4 grupos de 20 camadas cada uno, todos los grupos tenían cerdas de distintas edades. Las cerdas empezaron a recibir las dietas experimentales a partir de la cubrición y hasta finalizar dos ciclos completos (dos destetes consecutivos):
- Control (dieta comercial)
- T-0,5 (0,5x10^9 esporas/kg de pienso)
- T-1,0 (1,0x10^9 esporas/kg)
- T-2,0 (2,0x10^9 esporas/kg)
Los animales fueron criados bajo las mismas condiciones de alimentación e higiene.
Durante el primer ciclo el grupo control tuvo menos lechones nacidos vivos (p<0,05), pero esta diferencia no era significativa durante el segundo ciclo. La inclusión del probiótico no mejoró el peso inicial de los lechones (3er día de vida) pero en cambio las diferencias eran evidentes en el momento del destete (T-0,5 fue superior al control y T-1,0/T-2,0 fueron superiores a T-0,5; p<0,05). Los cerdos procedentes de madres que consumían probiótico tuvieron menos diarrea que los control (p<0,05).
'''taula
Aunque anteriormente se había demostrado que la incorporación de este probiótico, con esporas de B.toyoi, a la dieta de la cerda y de los lechones mejoraba la incidencia de diarrea y la productividad, en este experimento se comprueba que se pueden obtener los mismos resultados incorporándolo solamente en la dieta de la cerda a largo plazo.
C.Alexopoulos, SC. Kyriakis, E Bourtzi, CC. Miliotis, E. Tzika, Z. Polyzopoulou. Proceedings IPVS 2002. Número 75.